La región del Urabá antioqueño se prepara para un nuevo capítulo en su historia económica con la inminente construcción de Puerto Pisisí, el segundo megaproyecto portuario que transformará su perfil logístico y consolidará a Turbo como un punto estratégico en el Caribe colombiano. Mientras Puerto Antioquia afina los últimos detalles para su entrada en operación, Pisisí avanza a toda marcha para iniciar sus obras, prometiendo una nueva era de oportunidades comerciales y desarrollo para la región y el país. Este ambicioso proyecto, con más de una década de gestación, está a punto de materializarse.
El proyecto, gestionado por la Sociedad Portuaria de Turbo Pisisí, ha alcanzado un hito crucial con la firma de un memorando de entendimiento con la multinacional China Harbour. Esta empresa, un gigante global de la infraestructura, ya tiene experiencia en Colombia y ahora se perfila como la constructora principal del terminal marítimo. Según Teófilo Lemos Mosquera, gerente del proyecto, el objetivo es cerrar un contrato general de construcción antes de que termine el año, lo que abriría la puerta para que las obras arranquen oficialmente a principios de 2026. Esta alianza estratégica no solo garantiza la experiencia técnica, sino que también refuerza la viabilidad y confianza en la ejecución del proyecto.
Uno de los mayores desafíos que enfrentó el proyecto fue la situación jurídica de los terrenos. A lo largo de los años, el desarrollo de Pisisí se vio frenado por reclamaciones de tierras despojadas, lo que llevó a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) a suspender los trámites de concesión. Sin embargo, en un acto histórico de reconciliación, los empresarios y seis familias reclamantes lograron un acuerdo en mayo de 2021. En este pacto, se reconoció a las familias como víctimas y se garantizó una compensación, permitiendo que el proyecto avanzara sin la necesidad de una restitución material de las tierras.
Este acuerdo sentó un precedente de paz y reconciliación, vital para el futuro de la región. Gracias a este hito, un juzgado de Apartadó emitió medidas cautelares que habilitaron la disposición de los terrenos, y la ANI pudo reanudar el proceso para otorgar la concesión. Este evento no solo desbloqueó el proyecto, sino que también fue celebrado por autoridades como el entonces director de la ANI, William Camargo, quien lo calificó como un “ejemplo histórico de reconciliación” y un impulso fundamental para la economía y el turismo de Urabá.
En cuanto a su infraestructura, Puerto Pisisí está diseñado para ser un complejo de vanguardia. Contempla un muelle de 760 metros de largo y un canal navegable de 16 metros de profundidad, capaz de recibir buques Post New Panamax. Sus áreas de almacenamiento, de 180,000 metros cuadrados, podrán manejar miles de contenedores, incluyendo unidades refrigeradas. Este diseño avanzado asegura que el puerto podrá competir con los principales terminales del Caribe, ofreciendo una capacidad logística robusta y eficiente para el comercio exterior de Colombia.
Con la construcción de Puerto Pisisí y la culminación del Túnel del Toyo, la región de Urabá se convertirá en la zona portuaria más cercana al centro del país, reduciendo significativamente los tiempos y costos de transporte. La proyección es que, una vez iniciadas las obras en 2026, el terminal pueda estar listo para recibir sus primeros buques en 2028. Este ambicioso cronograma posiciona a Urabá como el próximo gran hub logístico de Colombia, atrayendo inversión, generando empleo y dinamizando la economía de la región de una manera sin precedentes.
















